Wednesday, October 5, 2011

Cuba y la Biblioteca Nacional

Castillo de La Fuerza

Continuando con las actualizaciones en Guije.com hacemos referencias al ensayo “Cuba y la Biblioteca Nacional” en “Así es Cuba” presentados en la sección de “Cosas de mi tierra” además de algunas notas en el artículo “La Biblioteca Nacional y el Castillo de la Fuerza” presentado en la revista Carteles del 15 de septiembre de 1957 y “Domingo Figerola-Caneda Fundador y Mecenas de la Biblioteca Nacional” en la revista Carteles del “27 de enero de 1952. “La historia de la Biblioteca Nacional de Cuba se puede sintetizar diciendo que en el año 1901 y siendo gobernador militar de Cuba el general Leonardo Wood, creola iniciándola con los 3,000 volúmenes que a este efecto donó el señor Domingo Figarola-Caneda que fue nombrado su primer director, ya que tenía títulos suficientes para ello, toda vez que se trataba de un eximio bibliógrafo. En la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional se destacan entre muchos, los ejemplares y las colecciones que datan de las primeras épocas de la Colonia y del período de las guerras de la Independencia, mereciendo especial mención los ejemplares del "Papel Periódico de La Havana" aparecidos en 1790; "El Aviso" y "La Aurora" de inicios del Siglo XIX; "Diario de La Habana" de 1810; "El Mensajero Semanal" que fundaran José Antonio Saco y el Padre Varela, algunos de cuyos ejemplares se ven avalorados con notas marginales de puño y letra del primero; la "Revista Bimestre" fundada en 1831, más ejemplares del Periódico "Patria" que dirigiera el Apóstol Martí, de "La Revolución" que en 1869 redactaran en New York Antonio Echevarría y José de Armas y por no citar más ya, ejemplares del bilingüe "La Republique Cubaine" que en 1895 editaba en París, Betances.”...

Biblioteca Nacional en el Castillo de la Fuerza

“¿Cuándo se fundó la Biblioteca Nacional? En 1901. Y en la forma más irregular que puede concebirse No fue creada por una Ley de Estado. Verá usted: durante la Primera Intervención Norteamericana, Gonzalo de Quesada, Néstor Ponce de León, Vidal Morales y Morales, Manuel Sanguily, Diego Tamayo y Enrique José Varona, comprendiendo la importancia que pudiera tener para la cultura del país, hicieron todas las gestiones posibles para que se fundara. Pero sólo obtuvieron del general Wood una orden verbal por la cual se designaba a Domingo Figarola-Caneda director de la Biblioteca y se le entregaba una sala del Archivo Nacional, instalado con carácter provisional en el Castillo de la Fuerza, para que la estableciera. ¿Con que fondos se ha construido el nuevo edificio? -le preguntamos. Con el producto de un impuesto de medio centavo sobre cada saco de azúcar de 325 libras. Se puede decir que todo el pueblo de Cuba ha colaborado a la erección del nuevo local. La iniciativa partió del doctor Emeterio S. Santovenia y fue aprobada por el Senado el 21 de marzo de 1941, incluyéndose el impuesto en los artículos 21, 23 y 24 de la Ley de Financiamiento Azucarero. La misma Ley creaba una Junta de Patronos que administraría esos fondos, la cual, una vez construido el edificio, gobernaría la institución, que desde ese momento adquiere carácter autónomo. El 30 de julio pasado, el Ministerio de Educación le entregó todo el material que constituye la Biblioteca a la Junta de Patronos y, como usted ve, ya estamos realizando el traslado al nuevo edificio de la Plaza Cívica.”...

La Biblioteca Nacional en la Plaza Cívica en 1957

“Fue Figarola-Caneda el primer director de la Biblioteca Nacional, al ser fundada ésta el 18 de octubre de 1901 por el gobernador militar norteamericano general Leonardo Wood, a iniciativa del ilustre patriota y revolucionario Gonzalo de Quesada y Aróstegui, abriéndose al público ese establecimiento con el donativo que como primer fondo tuvo la Biblioteca, hecho por el propio Figarola-Caneda, de unas tres mil piezas, obras cubanas en su mayoría. Véase como aquel donativo que de sus libros hizo en 1901 Domingo Figarola-Caneda al pueblo de su patria, y gracias al cual pudo fundarse la Biblioteca Nacional, tuvo al cabo de los años extraordinaria proyección en la Biblioteca Histórica Cubana y Americana "Francisco González del Valle". Véanse en estas líneas de la carta que escribió a su amigo y mi amigo, el ilustre historiador Gerardo Castellanos, al recibir un ejemplar de su obra Andanzas y atisbos, en el que dedica un capítulo a Figarola-Caneda, cuáles eran para él los "libros cubanos" y cuánto los amaba.”...

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