Thursday, October 20, 2011

Cuba, las palmas y su Selva Negra tropical


De los ensayos y otras presentaciones en Guije una selección en “Cosas de mi Tierra” y “Tarjetas Postales Cubanas” es esencial dirigir la atención a “Cuba y las palmas de sus campos” y “Las Palmas” que causan tanta admiración al visitante así como “El Desmochador” que sube en busca del palmiche. Como también de su bella “Cuba tiene su Selva Negra tropical”. “Arranquemos del campo de Cuba a la Palma y se extirpa de raíz del mismo la nota más importante de sus encantos y bellezas, ya que ella es la que lo anima bien formando extensos y tupidos palmares inspiración de pintores y poetas, bien en forma solitaria simbolizando virtudes ciudadanas. Además, dejando a un lado el aspecto romántico y de lirismo, la desaparición de la Palma sería extirpar una gran fuente de producción, como veremos enseguida. Los tercios de tabaco en rama que por las yaguas de la Palma se dejan aprisionar no sólo reciben defensa y ayuda, sino que también ganan en el aroma y delicia de la hoja que ha gozado las caricias de su hermana vegetal y estas yaguas también se convierten en ayuda del más pobre que ansiando su casa o bohío fabricar en pleno campo ellas le brindan la materia para paredes y tabiques y con la pelumbre de sus hojas la techumbre necesaria que a salvo pone la vivienda de las inclemencias del tiempo, bien cuando el sol parte las piedras, bien cuando la lluvia torrencial inunda la campiña.

Tiene Cuba rincones naturales tan bellos, tan saturados de poesía de sublimidad y de grandeza salvaje que resultan, sencillamente un edén sin quitarle nada, para cuantos aman y ansían los encantos que Natura brinda al humano y que, por estar siempre libres de alimañas y animales peligrosos, deberían ser sede típica del turismo cubano, del verdadero turismo de Cuba, ya que con ello ofrecería a los que nos visitan y vienen a nuestras playas desde otros climas y otras patrias, lo que es típicamente tropical, libre de calles y plazas, de cines y de locales de diversión mundana que, sin duda alguna encuentran tan buenos o mejores en las ciudades de que proceden, y que ante los encantos del trópico, que en pleno corazón de Cuba.


Por si todo ello fuera poco se puede añadir que algunas dan unos frutos que se pueden llamar "Dos platos en uno" ya que el campesino primero se come el pericarpio y luego masca la semilla. Y no es raro ver por las fincas cómo el ganado cómodamente come en canoas especiales que salen muy fácilmente del duro estipe de la Palma. También facilitan las Palmas magnífico material para tejidos y esteras, serones, hamacas y enjalmes, jabas, macutos y toda clase de espuertas, finísimos sombreros al igual que de los más bastos y petacas y carteras, para no citar ya más y también de ellas se saca una cera especial con que se forman velas y bujías.”

Mientras las aguas con sus ruidos se mezclaban con los trinos de las aves, que todo el año en el trópico cubano saludan a una nueva aurora, producían el efecto de tocar la más sublime sinfonía que jamás hombre podrá reproducir, cada gota acuosa era una perla que brillaba al contacto de los primeros rayos del sol y al descomponerse en arcos iris que por millones se prodigaban me sentía transportado a otros mundos, a otros lares, donde tan sólo la magia o los cuentos de Las Mil y Una Noches son capaces de producir en los que con los pies tocamos lo que es tierra y como tal sumergido se encuentra entre lo ponderable y, en consecuencia, limitado, transitorio y sujeto a esfumarse cuando la ilusión pasa y el ensueño desaparece...

Sunday, October 16, 2011

Casa Consistorial de La Habana


En las actualizaciones recientes en Guije.com hacemos referencias al ensayo “Cuba y la Casa Consistorial de La Habana” presentado en la sección de “Cosas de mi tierra” en “Así es Cuba” además de algunas referencias al edificio, el antiguo “El Palacio de los Capitanes Generales” ( y fotos adicionales del palacio). Después de la toma de La Habana por los ingleses en 1762, España comprendió la importancia que tenía Cuba. Parece que aprendió lo que significa el proverbio: No se sabe lo que se tiene hasta que no se pierde. Entonces las edificaciones, que ya eran significantes, en La Habana y otras ciudades de la isla se ampliaron y aumentaron, al igual que se liberizaron muchas otras concesiones en el comercio y agricultura. Esa fue la era en que se construyó este edificio. En el patio interior del palacio encontramos una estatua de Cristóbal Colón. Tenemos entendido que fue colocada en este sitio en 1862 y es la obra en mármol Carrara del escultor J. Cucchiari. Inicialmente el edificio además de servir de palacio tuvo los usos de sede del cabildo y carcel. En el entresuelo se instalaron varias oficinas del gobierno.

“El Palacio que ocupa en la actualidad el Ayuntamiento de La Habana data, en cuanto a su construcción, del año 1780, siendo don Manuel Fernández Trebejo y Zaldívar, ingeniero habanero, quien dirigió la obra. Este Palacio está asentado en los terrenos que ocupaba la Parroquia Mayor de La Habana en 1741, frente a la Real Plaza de Armas. La mencionada iglesia fue una de tantas víctimas de la explosión del Santa Bárbara del navío "Invencible" surto en el puerto, ya que la voladura hizo que sobre la ciudad y sus edificios cayera gran cantidad de hierro que dio al traste, entre otros al mencionado templo. En el transcurso de los años, en 1771, el Capitán General y Gobernador de la Isla don Felipe de Fonte de Viela y Ondeano, Marques de la Justify FullTorre y Mariscal de Campo viendo la situación espléndida del lugar y el estado ruinoso del edificios después de tratar el asunto con el Obispo de La Habana Santiago. José de Echevarría se dispuso la total demolición de la antigua iglesia mayor para proceder a levantar en dicho terreno la Real Casa de Gobierno. Se presentaron proyectos y planos en los que se incluyo además del levantamiento del Palacio de los Capitanes Generales la reparación y embellecimiento de la Real Plaza de Armas quedando todo aceptado y planteado por el Cabildo lo mismo que por el Gobierno de S. M. como consta en la Real Orden de 21 de diciembre de 1774. Como remate presenta este Palacio un amplio patio central cuyo centro lo ocupa desde el día 9 de enero de 1862 la única estatua que existe en La Habana del Gran Navegante Cristóbal Colón, obra modelada en Carrara, Italia, en 1860 con el mármol famoso, por el escultor J. Cucchiari, como lo dice bien claro la firma esculpida al pie de la pedestre estatua que anualmente preside los actos con que la Capital de la República de Cuba conmemora la fecha del Descubrimiento del Nuevo Mundo.”

Saturday, October 15, 2011

Actualizaciones de Guije de Octubre 2011


En las actualizaciones recientes en Guije.com hacemos referencias al ensayo “Cuba y la Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana” en “Así es Cuba” presentados en la sección de “Cosas de mi tierra” además de algunas notas en el artículo “Ciudad de Camagüey, cuna de hidalgos y de las más lindas mujeres” presentado en la misma fuente de datos: “Tiene La Habana frente a la inmensidad del mar y contemplando el centenario Castillo del Morro y como una siempreviva de la exquisitez y nobleza del corazón cubano, a uno de los edificios más populares, mudo testigo de grandes pasiones, de Secretos amores y de extraños sentimientos, famoso por su misión social y por sus años de existencia conocido con el nombre de Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana, amparo y protección de los niños huérfanos y abandonados, crisol de futuros ciudadanos y plasmador de hombres y mujeres que salvados del arroyo por su presencia secular se convierten en padres de familia modelo y excelentes trabajadores. Los que llegan a este Centro de Amor y formación, como naciendo a la vida, a medida que avanzan en el camino de la existencia van encontrando el campo adecuado a su edad, ya que de la cuna de recién nacido con sus mimos y cuidados pasan a las aulas de kindergarten y de los grados sucesivos hasta adentrarse en el taller donde se forjan los hombres y las mujeres que habiéndose plasmado al calor de las ideas de verdadera ciudadanía, aunque en su yo íntimo pueden llevar la tristeza de la tragedia de su origen, saben con todo bendecir a su Patria que les dio cuna y hogar, casa y cariño, escuela y templo, campo, taller y vida a través de la bendita por ellos Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana que resulta ser, sin discusión alguna uno de los mejores crisoles de verdadera cubanidad.”

“Corría el año 1514 cuando, en sus correrías por la Isla de Cuba, el Adelantado don Diego de Velázquez, fundó una ciudad nueva con el nombre de Santa María de Puerto Príncipe. Para ello escogió el lugar que el Gran Navegante señaló con una gran cruz, en uno de sus desembarcos, denominándolo Puerto Príncipe que se encontraba en la inmensa bahía de "Mar de Nuestra Señora". Cuando en 1516 pudo comprobar que sus moradores se habían trasladado poco a poco hacia el poblado indio de Caonao, toda vez que el lugar escogido por él era objeto de constantes incursiones de corsarios y de piratas, al mismo tiempo que sede de plagas de mosquitos y jejenes, amén de carecer de agua potable para vivir, determinó que sus moradores fijaran definitivamente su residencia en otro lugar situado entre los ríos Tínima y Hatibonico, que era una extensa llanura y se denominaba Camagüey. En pleno Siglo XX ha surgido también el Camagüey de elegantes barrios modernos, de grandes avenidas y de plazas inmensas, con edificios que la honran por su hermosura arquitectónica, por la riqueza de líneas y de estilo refinado, el Camagüey siempre culto y siempre dotado de "exquisito gusto" que ha sabido adentrarse por los derroteros del progreso con los más altos exponentes que reflejan ante el mundo que en su seno se ha obrado la maravilla de mancomunar los intereses dé las ventajas de nuestra obra de avances progresistas sin que por ello se resintiera el sabor de sus más legítimos timbres de gloria que hacen de la ciudad, por sus remembranzas pasadas la Ciudad de los Tinajones, cuna indiscutible de hidalgos y de las más lindas y hermosas mujeres.”

Wednesday, October 5, 2011

Cuba y la Biblioteca Nacional

Castillo de La Fuerza

Continuando con las actualizaciones en Guije.com hacemos referencias al ensayo “Cuba y la Biblioteca Nacional” en “Así es Cuba” presentados en la sección de “Cosas de mi tierra” además de algunas notas en el artículo “La Biblioteca Nacional y el Castillo de la Fuerza” presentado en la revista Carteles del 15 de septiembre de 1957 y “Domingo Figerola-Caneda Fundador y Mecenas de la Biblioteca Nacional” en la revista Carteles del “27 de enero de 1952. “La historia de la Biblioteca Nacional de Cuba se puede sintetizar diciendo que en el año 1901 y siendo gobernador militar de Cuba el general Leonardo Wood, creola iniciándola con los 3,000 volúmenes que a este efecto donó el señor Domingo Figarola-Caneda que fue nombrado su primer director, ya que tenía títulos suficientes para ello, toda vez que se trataba de un eximio bibliógrafo. En la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional se destacan entre muchos, los ejemplares y las colecciones que datan de las primeras épocas de la Colonia y del período de las guerras de la Independencia, mereciendo especial mención los ejemplares del "Papel Periódico de La Havana" aparecidos en 1790; "El Aviso" y "La Aurora" de inicios del Siglo XIX; "Diario de La Habana" de 1810; "El Mensajero Semanal" que fundaran José Antonio Saco y el Padre Varela, algunos de cuyos ejemplares se ven avalorados con notas marginales de puño y letra del primero; la "Revista Bimestre" fundada en 1831, más ejemplares del Periódico "Patria" que dirigiera el Apóstol Martí, de "La Revolución" que en 1869 redactaran en New York Antonio Echevarría y José de Armas y por no citar más ya, ejemplares del bilingüe "La Republique Cubaine" que en 1895 editaba en París, Betances.”...

Biblioteca Nacional en el Castillo de la Fuerza

“¿Cuándo se fundó la Biblioteca Nacional? En 1901. Y en la forma más irregular que puede concebirse No fue creada por una Ley de Estado. Verá usted: durante la Primera Intervención Norteamericana, Gonzalo de Quesada, Néstor Ponce de León, Vidal Morales y Morales, Manuel Sanguily, Diego Tamayo y Enrique José Varona, comprendiendo la importancia que pudiera tener para la cultura del país, hicieron todas las gestiones posibles para que se fundara. Pero sólo obtuvieron del general Wood una orden verbal por la cual se designaba a Domingo Figarola-Caneda director de la Biblioteca y se le entregaba una sala del Archivo Nacional, instalado con carácter provisional en el Castillo de la Fuerza, para que la estableciera. ¿Con que fondos se ha construido el nuevo edificio? -le preguntamos. Con el producto de un impuesto de medio centavo sobre cada saco de azúcar de 325 libras. Se puede decir que todo el pueblo de Cuba ha colaborado a la erección del nuevo local. La iniciativa partió del doctor Emeterio S. Santovenia y fue aprobada por el Senado el 21 de marzo de 1941, incluyéndose el impuesto en los artículos 21, 23 y 24 de la Ley de Financiamiento Azucarero. La misma Ley creaba una Junta de Patronos que administraría esos fondos, la cual, una vez construido el edificio, gobernaría la institución, que desde ese momento adquiere carácter autónomo. El 30 de julio pasado, el Ministerio de Educación le entregó todo el material que constituye la Biblioteca a la Junta de Patronos y, como usted ve, ya estamos realizando el traslado al nuevo edificio de la Plaza Cívica.”...

La Biblioteca Nacional en la Plaza Cívica en 1957

“Fue Figarola-Caneda el primer director de la Biblioteca Nacional, al ser fundada ésta el 18 de octubre de 1901 por el gobernador militar norteamericano general Leonardo Wood, a iniciativa del ilustre patriota y revolucionario Gonzalo de Quesada y Aróstegui, abriéndose al público ese establecimiento con el donativo que como primer fondo tuvo la Biblioteca, hecho por el propio Figarola-Caneda, de unas tres mil piezas, obras cubanas en su mayoría. Véase como aquel donativo que de sus libros hizo en 1901 Domingo Figarola-Caneda al pueblo de su patria, y gracias al cual pudo fundarse la Biblioteca Nacional, tuvo al cabo de los años extraordinaria proyección en la Biblioteca Histórica Cubana y Americana "Francisco González del Valle". Véanse en estas líneas de la carta que escribió a su amigo y mi amigo, el ilustre historiador Gerardo Castellanos, al recibir un ejemplar de su obra Andanzas y atisbos, en el que dedica un capítulo a Figarola-Caneda, cuáles eran para él los "libros cubanos" y cuánto los amaba.”...

Sunday, October 2, 2011

Cuba y las cuevas matanceras de Bellamar


Datos de las Cuevas de Bellamar en los artículos, que muchos de ellos se pueden ser considerados educativos y también ya históricos, en “Así es Cuba” en la sección de “Cosas de mi Tierra” en Guije,com: “Cuba y las cuevas matanceras de Bellamar” complementadas con notas y fotos de las Cuevas de Bellamar y Más Postales de las Cuevas de Bellamar en las Tarjetas Postales de Cuba en Guije.com: “Las Cuevas de Bellamar se encuentran en la costa norte de Cuba, a unos cinco kilómetros del centro de la Ciudad de Matanzas. Adaptada para el turismo desde casi su descubrimiento, el visitante en su interior puede apreciar el efecto del tiempo en sus bellas estalactitas, estalagmitas y otras formaciones. Las galerías y pasadizos de estas cuevas comenzaron a formarse hace unos 30 millones de años. Originalmente la planicie en la cual están las cuevas se encontraban bajo el mar, era parte de la bahía de Matanzas. Eventualmente las cavernas se fueron secando; desaguándose aun cavidades que están a gran profundidad bajo el nivel del mar. Después comenzaron las filtraciones por entre las rocas sobre el techo de las cuevas. Estas filtraciones de agua con carbonato de cal disuelto fueron dejando residuos donde goteaban, formándose las estalactitas que cuelgan del techo y las estalagmitas en el suelo. Después de haberse secado, estas cámaras volvieron a inundarse totalmente, o al menos parcialmente, muchas de las formaciones son resplandecientes debido a la capa cristalina que las cubre.

Las Cuevas de Bellamar, Matanzas, se descubrieron en febrero de 1861. Poco tiempo después se abrieron al público y el éxito fue incalculable. Desde entonces, tanto los residentes de la vecina ciudad de Matanzas, como visitantes de todo el resto del mundo, continúan visitando estas joyas cubanas. Estas cuevas han permanecido abiertas al público en la mayor parte de los ciento cuarenta años desde que se descubrieron. Se cerraron durante la Guerra de Independencia por varios años, ya que podían servir de escondite a los mambises. Estas cuevas tienen su propia flora, siendo sumamente interesantes muchas de las especies que allí viven.


“Cuba tiene entre sus bellezas de más extraordinario valor artísticonatural y de más imponderables atracciones, a las Cuevas de Bellamar sitas en la ciudad de Matanzas, capital de la provincia homónima. Los fenómenos de erosión que en estas cuevas se aprecian; la infiltración de las aguas; las originales figuras que se perfilan, tanto en las monumentales cristalizaciones de sus columnatas, como en las oquedades de sus cavernas, combinándose con las mil y mil variaciones, cambiantes y tonalidades cromáticas hacen que, desde el primer momento, se despierte: en el sabio, la curiosidad científica; en el poeta y artista, el numen de la inspiración; el éxtasis en todos cuantos, al franquear el umbral de aquel mundo de fantasías, tan sólo llevan, a fuer de mortales, el bagaje de una curiosidad innata. Pondremos punto final citando a El Camarín de las Hermosas Matanceras de tonalidades azules que con su belleza extraordinaria viene como a rematar aquel conjunto de maravillas que se conoce con el nombre de Cuevas de Bellamar de la Ciudad de Matanzas que se despiden dejando la sensación de algo divino que se escapa del llamado El Nicho de María exponente gracioso de arte exquisito y de donosura.”...

Saturday, October 1, 2011

Cuba y los Mangos de Baraguá

Cuba y los Mangos de Baraguá

Presentado en “Cosas de mi tierra”, en Guije.com, algunas secciones del ensayo en “Así es Cuba”: “Cuba y los Mangos de Baraguá”: “Cuba cuenta entre sus árboles monumentos, además del "Arbol de la Guerra" de la Demajagua, del "Arbol de la Paz" de Santiago de Cuba y del "Arbol de la Fraternidad" de La Habana, con los Mangos de Baraguá, bajo cuya sombra se escribieron, entre muchas, dos páginas de su historia de libertad, al grado de que obligaron a la República de Cuba consagrarlos como reliquias de su Historia, convirtiendo el área de terreno que los contiene en un parque que viene a ser, como una sala de su gran museo en plena naturaleza.

"Al amanecer del 15 de marzo de 1878, Maceo, seguido por pequeño, pero escogido grupo de jefes y oficiales, esperó, en los desde entonces históricos Mangos de Baraguá al general en jefe del Ejército Español. Tras corta espera llegó el general Martínez Campos, seguido de los suyos y al preguntar por el general Maceo, adelantándose éste se estrecharon las manos en afectuosa demostración de cordial simpatía. Allí estaban el representante del poder secular de la Metrópoli y el último campeón de la dignidad cubana en rebeldía, teniendo por techo el cielo y por asiento la hamaca de campaña. Nadie, al ver aquel cuadro de fraternidad y afecto, hubiera podido suponer que constituían el animado grupo, adversarios de diez años, que al separarse luego habrían de seguir siendo adversarios. Corta fue la conferencia y omiso todo acuerdo, Martínez Campos terminó manifestando que dentro de ocho días se romperían las hostilidades y habiendo contestado Maceo que, por su parte cuando quisiera, se separaron".

Pasados los años, en 1895, cuando ya muerto el Apóstol Martí en Dos Ríos, precisaba que toda la Isla se levantara en armas en pro de la independencia y de la libertad, bajo la copa frondosa de los históricos Mangos nuevamente se encuentra el general Antonio Maceo poniéndose al frente de los mambises que se juramentaron para llevar de uno a otro confín de la Isla la Bandera de la Estrella Solitaria emprendiendo aquella famosa Marcha de Oriente a Occidente que en la Historia Militar se conoce con el nombre de "La Invasión" y que duró desde el día 22 de octubre de 1895 en que salió de los Mangos de Baraguá hasta el 23 de enero de 1896 en que las tropas cubanas cumpliendo su promesa plantaron en el Ayuntamiento de Mantua, la Bandera de la Estrella Solitaria, después de caminar 424 leguas de uno a otro confín de la Isla, con lo que hicieron realidad aquella estrofa de su Himno Invasor”...

En el Calendario Cubano de Los Mangos de Baraguá - Entrevista de Antonio Maceo y Arsenio Martínez de Campos el 15 de marzo de 1878 por Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946: “Baldía fue la insistencia de Martínez de Campos para seguir la discusión alrededor de las bases acordadas en Camagüey y que pretendía hacer extensivas a Oriente. La actitud resuelta de Maceo y los suyos le hizo comprender que, aun cuando él se empeñaba en lo contrario, por el momento allí era inútil todo esfuerzo en favor de la paz basado en concesiones que estimaban vejaminosas quienes habían peleado durante una década por la independencia absoluta de Cuba. Martínez de Campos acabó por ceñirse a convenir con Maceo la fecha en que volverían a romperse las hostilidades. Quedó fijado el 23 de marzo. Tras un saludo, hecho militarmente, el jefe hispano se alejó de Baraguá con su comitiva. Los insurrectos comentaron con alborozo el resultado de la entrevista. Ya se aprestaban a reorganizar los elementos con que contaban para proseguir la ruda contienda en pos de la completa emancipación de Cuba y de los esclavos.”

En el Calendario Cubano de la Invasión Libertadora de los Mangos de Baragua el 22 de octubre de 1895 por José Miró Argenter en “Cuba Crónicas de la Guerra (La Campaña de Invasión) - Tomo I: Segunda Edición” de la Editorial Lex, 1942: “El día 22 de Octubre partió de Baraguá la columna expedicionaria, tomando el camino de Holguín por la margen derecha del Cauto, vía que no recorrían los españoles y la más breve para llegar sin obstáculos al territorio de Camagüey. Si el general Martínez Campos estaba prevenido, como era de suponerse, contra los intentos del jefe cubano, le sería muy difícil llevar a cabo cualquiera operación estratégica sobre la línea divisoria del departamento Oriental, en atención a la larga distancia que necesariamente tendría que salvar la columna que saliera de Holguín, acto indispensable para el buen éxito de la operación.”