Friday, January 20, 2012

Agrupación coral Santa Cecilia



Continuamos con tres de los artículos con notas y datos de la cultura y la música cubana en el folleto “Folklorismo” por Eduardo Sánchez de Fuentes editado en 1928 por Imprenta “Molina y Compañía”, Ricla, Num 55-57 en La Habana, Cuba y presentado en “Cosas de mi tierra” en Guije.com, “Agrupación coral “Santa Cecilia””, “Unas palabras acerca de Julián Carrillo” y “Dos palabras sobre Nicolás Ruiz Espadero”. Agrupación coral “Santa Cecilia” - “Con motivo de este fausto acontecimiento, y volviendo nuestros ojos al pasado, viene a mi memoria el recuerdo de uno de nuestros artistas músicos más notables, cuya importante personalidad, como pianista y notable acompañante, hace que figure a la cabeza de nuestros más respetados maestros ya desaparecidos: Emilio Agramonte, perteneciente a una de las familias más distinguidas de Cuba, llegó a adquirir en los Estados Unidos un sólido prestigio, siendo camarada de los más grandes artistas que desfilaron por la gran metrópoli en los últimos años que precedieron a su regreso a la amada patria. Este talentoso hijo de Puerto Príncipe estableció entre nosotros, con innegable éxito, la academia de canto y el núcleo coral que llamó "Chaminade." Fue profesor de nuestra Academia Municipal y miembro de número de la Nacional de Artes y Letras. Entiendo que es nuestro deber honrar su memoria en este acto, con el homenaje de nuestro recuerdo, ya que él fue uno de los que vivamente se interesó entre nosotros por la enseñanza del canto, en diversos aspectos.”...


“Unas palabras acerca de Julián Carrillo” - “Difícil tarea es para el que os habla enumerar cada uno de los títulos gloriosos que avaloran la carrera artística del gran compositor mexicano. La personalidad de Carrillo es multiforme. Yo, que me honro con la amistad del maestro desde hace tiempo, he seguido paso a paso su constante labor, su ruta de triunfos; y cuando no he admirado sus sólidos conocimientos en sus diversas obras pedagógicas, como son su Tratado de Armonía, su Tratado de Instrumentación y otras más que le dieron renombre merecido en el campo de la música, he podido solazarme con sus leídas Pláticas Musicales y con sus innumerables trabajos de forma literaria, con los cuales el maestro dio pruebas inequívocas de su erudición e ingenio. Carrillo, siempre enamorado de las nuevas fórmulas y de los modernos procedimientos, después de presentar en dicho Congreso un magnífico trabajo solicitando la modificación de ciertas formas musicales, que le valió la presidencia de dicho Congreso, nos habla en el prólogo de su interesante Tratado Sintético de Instrumentación, publicado mucho más tarde, de una serie de innovaciones que debería sufrir la actual orquesta sinfónica, y de la necesidad de construir nuevos instrumentos orquestales.”...


“Dos palabras sobre Nicolás Ruiz Espadero” - “La Orquesta Sinfónica de la Habana, que desde su fundación hasta la fecha ha realizado verdadera obra de nacionalismo, como puede comprobarse recorriendo con la vista sus magníficos programas, me ha honrado una vez más confiándome la encomienda de deciros dos palabras acerca de uno de nuestros más gloriosos precursores, del que fue maestro de nuestros maestros y llenó con su nombre toda una época en que el arte musical en Cuba alcanzó notable desenvolvimiento; época en que por los salones de las legendarias sociedades Santa Cecilia, Filarmónica Habanera, Sociedad de Conciertos, Liceo de Guanabacoa, Caridad del Cerro, etc., etc., desfilaron multitud de artistas nativos, unos profesionales, otros aficionados de primer orden; época en que llegaron a cantarse en los escenarios habaneros óperas enteras, como Norma, La Helena de Feltre, Sonámbula y otras partituras de verdadera importancia; época, en fin, en que los nombres de Jiménez, Villate, Saumell, Aristi, Cervantes, Brindis de Salas, Desvernine, White, Díaz Albertini y otros grandes del arte, conquistaron verdaderos días de gloria para la patria, que en ese período ochocentista sufría las angustias de su cautiverio.”...

Thursday, January 19, 2012

En las Aves de Cuba


Aura Tiñosa

A continuación mencionamos las actualizaciones en algunas de las páginas en el Diccionario Guije. Se actualizaron algunas de las páginas índices, de las palabras que comienzan con la letra A, B, y otras. en algunas de estas letras. como la A, también se actualizaron algunas palabras, como: Abollado, Aguaitacaimán, Alcatraz, Aura Tiñosa, Ave Toro. Resumiendo algunas de ellas: “Ave Toro: Nombre dado al ave llamada por el nombre científico de Botaurus lentiginosus en la familia de las Garzas (Ardeidae) en el orden (Ciconiiformes) en las Aves de Cuba.”

“Abollado, da p. p. de Abollar, que tiene abolladura. “Dícese fig. de la persona que ocasio­nalmente se halla caída, o en mala situa­ción económica, por falta de trabajo u otro motivo que le haga padecer un es­tado de penuria. Maltratado de la for­tuna, abatido de la suerte por falta de recursos económicos. Lo contrario de boyante, como acertadamente se explica en el siguiente pasaje tomado del "Dia­rio de la Marina", de la Habana, es­crito por Dámaso Alonso”. “Aguaitacaimán, ep. m. Zool. -Nombre vulgar de una conocida zancuda de la especie Ocniscus virescens (Ardea) Lin., que en la zona occidental le llaman Mira o Espanta-caimán, mientras en la de Baracoa (Oriente) le dicen Matuango. “Es ave sedentaria en nuestro país, y lo mismo en las demás Antillas, aunque se le encuentra en el resto del Continente, en lugares donde haya agua, dulce o salada, manteniéndose próxima a las lagunas, donde busca su alimento de yerbas y raíces de mangles, pequeños reptiles y pececillos, larvas de insectos, crustáceos y algunos moluscos. Tiene como pie y medio de longitud incluyendo su largo y agudo pico. Sus pasos al andar son firmes, pero ligeros, y si vuela da unos aletazos regulares, llevando el cuello algo encogido. No es ave arisca, pues gusta de acercarse a las casas de campo en los lugares donde acostumbra estar, cerca de ríos y lagunas. Sin embargo, es vigilante y prevé el peligro cuando le acecha, sobre todo si se aproxima alguna persona, llenándose de sobresalto al divisar en el agua algún caimán, levantando enseguida el vuelo y produciendo unos sonidos monosilábicos con que anuncia la presencia de sus enemigos. De esta circunstancia le ha venido el nombre vulgar de Aguaita-caimán, que también pudo ser Aguaita-cocodrilo tratándose de esos saurios cubanos que tanto abundaban en nuestras lagunas y ciénagas, y que hoy van ya desapareciendo a causa de la tenaz persecución que se les hace.”

“Alcatraz, ep. m. Zool. -Conocida ave acuática que habita en las costas y cayos de las Antillas, del Golfo de Méjico y en la parte meridional de la costa atlántica. Se le ve constantemente en nuestras bahías buscando siempre su alimento, constituido principalmente por las sardinas que pesca, arrojándose desde lo alto sobre ellas, pero rara vez en agua dulce. Es ave de gran tamaño, monstruoso pico de más de un pie de longitud, con una amplia bolsa por debajo, especie de saco donde deposita el producto de su pesca para engullirla después o suministrarla a sus hijuelos. Es animal feo, alrededor del cual se han hecho muchas leyendas desde los tiempos primitivos. El Alcatraz, como se le llama en Cuba, es el mismo Pelícano de los naturalistas, conocido desde lo antiguo con este nombre. Es ave palmípeda, lo cual le permite ser una excelente nadadora; de pies cortos, alas muy extensas que le permiten mantenerse balanceándose por mucho tiempo en el aire, buscando su presa a corta distancia de la superficie del mar. El Alcatraz no engulle su pesca inmediatamente de capturada la presa, sino que la acumula en su bolsa membranosa de una sola pieza para hacer provisión y comerla después, acaso en compañía de sus polluelos. La cabeza la tienen algo aplanada por los lados; ojos pequeños colocados en anchos carrillos; plumas largas en la nuca, formando una cresta o moñito. Su pico es algo aplanado por encima, con una arista a todo lo largo, rematando en punta de gancho. Nadie persigue al Alcatraz para conseguir su carne, que es mala como alimento, y aunque es una especie dañina por los pececillos que devora, vive con toda libertad en todas partes, y hasta se le considera como doméstica, sin tener nada de arisca. Es un animal de cuerpo pesado, y ello no obstante, su vuelo se remonta a gran altura debido a la cantidad de aire de que está lleno, además de la ligereza de su armazón. Asegúrase que su esqueleto no pesa más de libra y media, mientras su cuerpo todo alcanza unas veinticinco libras. Sus huesos son tan extremadamente delgados que se hacen transparentes, y hay quien llega a afirmar que carecen de tuétano. En estado de cautiverio tiene vida más larga que cualquier otra ave. No tiene voz, sino que emite una especie de gruñido cuando está irritado o si ve su cría en peligro. Caminan con dificultad, guardando en parte el equilibrio con las alas entreabiertas. Muchas veces vuelan en bandadas, y así también se les ve tratando de conseguir su pesca. También anidan en sociedad como la mayoría de las aves marinas. Ponen pocos huevos de Junio a Setiembre, relativamente chicos en comparación con el cuerpo del animal.” “Aura, ep. f. Zool. -Ave carnívora muy abundante y conocida en esta Isla, donde se le ve durante todo el día en los aires, volando serenamente y a gran altura. Su cabeza desnuda y arrugada, de color rojizo claro, contrasta con su plumaje oscuro. Su pico algo encorvado le sirve para devorar los cadáveres de personas y animales que encuentra en el suelo, los que descubre desde las alturas con su aguzada vista más que con el olfato como muchos creen. Su cabeza, desprovista de plumas y pelos, le ha merecido el acertado calificativo de tiñosa, pues da la sensación de haberle caído tina o padecer de ella. Es animal asqueroso que no vuela en bandadas, y sólo se acerca a la tierra en busca de sus carnes muertas, las que devora con gran avidez, siempre en pugna con otras compañeras que se la disputan. También para dormir, como lo hace en los árboles o en algunas ruinas abandonadas que encuentra. Están protegidas por las leyes y no se las puede perseguir y mucho menos matar, debido al importante papel que desempeña en las poblaciones como auxiliar eficacísimo de la Sanidad pública. Se conoce en casi toda la América, aunque con distintos nombres locales, sin que, por otra parte, sean exactamente iguales sus individuos, que conocidos entre nosotros con el nombre ya dicho de aura tiñosa, lleva el de zopilote en Méjico, y también los de zope, chombo, shope, nopo; zamuro en Colombia y Venezuela, e igualmente chulo y gual en algunos lugares de Colombia; jote en Chile; y en otras regiones del Plata dícenle iribú, iribís hacia el Brasil, y viuda, galembo, tropillo y guaraguá en otras partes de la Am. Mer. Es el mismo gallinazo del Ecuador, el urubú del Paraguay, el cuervo de los argentinos, Cathartes atratus en todas partes.”

Wednesday, January 4, 2012

La Habana y su provisión de agua


Albear

Del libro escolar de historia y lectura “Historia Local de La Habana - Grado Tercero” editado en 1949 en La Habana, Cuba por el Dr. F. Armando Muñoz, impreso por P. Fernández y Cia., S. en C. Editores e Impresores Hospital Num. 619. De las secciones o capítulos del libro: “Desde las velas de sebo hasta la luz fluorescente”, “La Habana y su provisión de agua” y “La evolución de los vestidos, las comidas y las costumbres de los habaneros”: “Difícil se hace comprender cómo los indios se alumbraran con cocuyos encerrados en un güiro lleno de agujeros, porque aun cuando los cocuyos fueran muchos y despidieran una luz muy viva y los agujeros numerosos, es de pensar que los tales huecos no serían muy grandes, so pena de que, con la luz, se salieran los luminosos insectos. También sería menester que los cocuyos emitieran su luz fría, precursora de la fluorescente, de continuo. Cerrada la noche, nadie desafiaba las tinieblas de la calle a no ser por suma urgencia, haciéndose acompañar de muchos y armados, y provistos de linternas, pues a ello obligaban los perros jíbaros que vagaban por las calles, y los cimarrones que entraban de noche al pueblo, en busca de recursos. Claro que las linternas no eran de las que hoy cualquier chico acostumbra tener, y sí faroles con sus velas. En cuanto a los cimarrones eran negros esclavos fugados, que al maltrato de sus dueños preferían las hambres y los peligros del monte. La luz eléctrica es cosa relativamente reciente, pero se ha modificado mucho desde que se producía, en la punta de dos carbones, encendidos al rojo blanco, que brillaban con luz intensa, hasta nuestros días que son los del bombillo incandescente, los anuncios lumínicos de múltiples colores, y las lámparas fluorescentes que, por su ausencia de calor, aun cuando solamente por eso, nos hacen recordar la luz también fría de los cocuyos en los horadados güiros.”

“Albear, después de brillantes estudios en el colegio de Don José María Valenzuela, ingresó en el Ejército, graduose de ingeniero y viajo, por cuenta del gobierno español y realizando estudios relacionados con su carrera, por Francia, Bélgica, Holanda, Alemania e Inglaterra. Proyectó y dirigió en Cuba varias obras públicas, pero fue la del acueducto que lleva su nombre, y que surte a La Habana de agua potable aprovechando los manantiales de Vento, la que le ganaría imperecedera fama. Pero antes de hablar del Canal de Albear, volvamos a los primeros días de la historia de La Habana. Dicen que la Habana, en su asiento de la costa sur, no tuvo agua de buena calidad, que no lo eran las del Mayabeque que le surtía del necesario líquido. Dicen también que al trasladarse la villa a su primer asiento de la costa norte se proveía de las de otro río llamado Casaguas o Casiguaguas, posteriormente la Chorrera y Almendares. Divertida era la distribución al vecindario del agua de la Zanja Real. Al chorro iban los aguadores con sus pipas en carros tirados por mulas, en busca del agua que después vendían a cuatro botijas por un real. Decir que el agua de un canal descubierto y con tantos trasiegos no era pura, resulta innecesario. Durante 243 años fue La Zanja el único acueducto de La Habana. En 1835 se terminaron las obras del llamado de "Fernando VII", consistente en una tubería que desde el Husillo, atravesando el Cerro, entraba por la Puerta de Tierra, esquina de Monserrate y Muralla. Pero como no dio el caudal de aguas esperado se continuó utilizando las de La Zanja. La ciudad contaba además cerca de mil aljibes y como tres mil pozos, que desaparecieron al iniciarse la vida republicana.”

“Los pocos indios, principalmente las mujeres, que sobrevivieron a las primeras décadas de la conquista, adoptaron el modo de vestir, en líneas generales, de los europeos. Lo mismo hicieron los negros esclavos, si bien las telas que unos y otros usaban para sus vestidos, que en los hombres no pasaban con frecuencia de los pantalones, eran de las más bastas y fuertes, como la llamada cañamazo. En cuanto a los zapatos, las pocas veces que los usaban, eran de los llamados de baqueta, toscos por su hechura y de cueros malamente curtidos. Mujeres y hombres eran dados, cuando podían tenerlos, al uso de grandes pañuelos de colores y gustaban de avalorios, especialmente grandes argollas que colgaban de las gruesas orejas. Andando el tiempo se haría notar por lo pintoresco el traje de los caleseros, o negros esclavos que guiaban, montados en uno de ellos, los dos caballos que tiraban de las volantas. Arrate, en 1761, dice lo que sigue, prueba de cómo va desde entonces gustaban las habaneras del buen vestir: La calle de Mercaderes es de "extensión de cuatro cuadras, y por una y otra acera están repartidas las tiendas de mercaderías en que se halla lo más precioso de los tejidos de lana, lino, seda, plata y oro y otras brujerías y cosas de común uso, las que atraen mucho concurso es decir, concurrencia- a este paraje. Lo que se gasta es sin número de pesos ni medida. Sabemos, por el acuerdo de un cabildo en el año 1555, acerca de la venta por las cales de longanizas y buñuelos de maíz molido, por negros y otros, prueba de que, desde los primeros días, y en buena parte hasta hoy, ha sido costumbre la venta de ciertas comidas, principalmente de las llamadas frituras, por negras y negros. Éstos, en ocasiones, durante la colonia eran negros libres, o esclavos a quienes los amos daban libertad para trabajar por su cuenta, mediante el pago de cierta cantidad.

Tuesday, January 3, 2012

Sociedad de Conciertos de la Habana



Usamos esta entrada para mencionar tres de los artículos que tratan con la cultura y la música cubana en el folleto “Folklorismo” por Eduardo Sánchez de Fuentes editado en la Imprenta “Molina y Compañía”, Ricla, Num 55-57 en La Habana, Cuba en 1928: “La Sociedad de Conciertos de la Habana, “El Canto Popular” y “¿Hemos evolucionado?”: - “Orgullosa puede sentirse esta institución de haber rendido victoriosamente su primera jornada, salvando los innumerables obstáculos con que siempre tropieza entre nosotros todo empeño artístico de importancia, sin derivaciones mercantiles que permitan allanar todo genero de dificultades. Tres han sido los conciertos que se han celebrado en nuestro primer teatro bajo la dirección del maestro Gonzalo Roig, y diversas las obras que dicha orquesta ha ejecutado, mereciendo por esta primera etapa de su vida artística los más sinceros elogios y los aplausos más calurosos del público (monstruo de cien cabezas, siempre temible, porque raras veces se equivoca), que ha sabido premiar con entusiasmo tan brillante esfuerzo. Desde las obras de Wagner hasta las de nuestros compositores nacionales y las de los españoles residentes en Cuba, todas han ocupado sitio preferente en estos primeros programas, alcanzando los aplausos que merecían del numeroso auditorio que ha concurrido a los conciertos. Algunas de ellas lograron los honores del bis entre frenéticas aclamaciones. Esta es la verdad, digan lo que digan los señores cronistas de arte. Justo es consignar aquí, sin embargo, que la mayor parte de los que a tan difícil labor se dedican han aplaudido el esfuerzo y la magnífica actuación de la orquesta, sin reservas mentales. Ocurre desgraciadamente en nuestro ambiente que hasta la enemistad personal suele invadir el difícil campo de la crítica, y por ésta o por "delirio de suficiencia" (enfermedad mental), por "antinacionalismo" o por "sistema" propio del magister dixit, se llega frecuentemente al más absurdo apasionamiento, condición esencial de la que debe estar desposeído todo aquel que oficie en los sagrados altares de la crítica.”...


Otros artículos en la cultura y la música cubana en el folleto Folklorismo: “El Canto Popular” - “Desde los tiempos primitivos, en que aparece en forma trivial y a veces ruda, acusando el espíritu belicoso de la época, en que fielmente refleja la complicada psiquis de la humanidad, el canto popular, que en sí no es más que la tradición, teje invariablemente su malla de deseos y añoranzas, de alegrías y tristezas, de generación en generación, sin que nadie pueda darnos noticias, por lo regular, acerca del creador de sus tiernas melodías. El lied alemán, que allá en los comienzos del siglo XIX inmortalizaron Schubert y Schumann, dos seres divinamente sencillos, "que supieron llegar con una palabra o con una nota a lo más profundo del ser humano," según la frase de Mauclair; esa encantadora forma musical que fue la cristalización de los sentimientos de una raza, surgió al poderoso influjo del canto popular. Y si en el lied que ellos cultivaron no se oyen las canciones populares autenticas, armonizadas por la mano docta del compositor, sino melodías originales que llegan al límite de lo popular tan sólo por su simplicidad, ya en su forma de expresión como en su acompañamiento, es innegable que tiene la misma raíz de origen y que pertenece al mismo género sencillo y espontáneo; verdaderas exaltaciones del alma humana a impulsos de los diversos sentimientos que anidan en el corazón.”...


“¿Hemos evolucionado? - “En honor de la verdad, hay que recordar a los que por su juventud lo ignoran, o a los que maliciosamente aparentan olvidarlo, que desde el pasado siglo, y antes también, en esta Isla hermosa se admiraba lo clásico y se hacía muy buena música. Nuestro cancionero, en justicia, no se había desarrollado; los compositores, ciertamente, eran escasos; pero la afición por el divino arte existía lo mismo que hoy, si no era mayor, y asombra leer los programas de los conciertos y fiestas musicales que se celebraban en aquellas lejanas fechas. Hemos dicho que ya no se escriben nuestras canciones sobre letras disparatadas, ni desprovistas de interés armónico, y no son solamente las composiciones basadas sobre los ritmos más populares, como el bolero, la danza, la rumba, etc., las que alcanzan el favor del público. Nuestro lied, hecho con vistas a un horizonte más amplio, sin dejar de ser cubano, como cuanto escriben en Cuba los compositores nacidos y cultivados en esta tierra que no se empeñen en aparecer españoles, franceses o rusos, también ha adquirido carta de naturaleza entre nosotros, y en ellos no es sólo el ritmo lo que, a las veces, entusiasma a nuestro auditorio.”...

Monday, January 2, 2012

Recetas de Cakes

Selección de recetas en la sección de los Cakes en el libro “Cocina al minuto” por Nitza Villapol y Martha Martínez editado en 1956 en La Habana, Cuba: “Panetela Borracha Especial”, “Panetela de Almendras”, “Panetela de Mármol” y “Panetela Enrollada o Brazo Gitano”: "Panetela Borracha Especial - Haga una panetela en dos moldes Pyrex cuadrados de 8 pulgadas según la receta anterior. Déjela refrescar y corte cada una en dieciséis cuadraditos. Vierta una cucharada de vermouth sobre cada cuadradito y polvoréelo con can( la. Ponga al fuego el azúcar y el agua para hacer un almíbar. Fa s: a las claras a punto de nieve y agregue las yemas. Cuando el almíbar llegue al punto de melcocha suave (238'F.) viértalo inmediatamente sobre las claras y yemas y bátalo rápidamente hasta unirlo todo. Eche esta mezcla en seguida sobre las panetelas y déjelas refrescar antes de servirlas. Adorne cada cuadradito con un pedacito de guinda. Da 32 panetelitas.”


“Panetela de Almendras” - “Forre el fondo de un molde de anillo de 10 pulgadas con papel encerado. Engrase el papel dejando los lados del molde sin engrasar. Encienda el horno a 375°F. Muela las almendras en la Osterizer. Cierna la harina con el crémor y mézclela con las almendras molidas. Separe las yemas de las claras. Bata las yemas y añádales poco a poco el azúcar hasta que estén bien espesas. Es importante que las yemas queden bien batidas con el azúcar. Añada la vainilla, la mezcla de harina y almendras y por último las claras batidas a punto de nieve, envolviéndolo todo suavemente sin batirlo. Vierta la mezcla en el molde y hornéela durante cincuenta minutos o hasta que al introducir un palito en el centro, salga seco. Voltee el molde sobre una rejilla de alambre y déjelo refrescar por lo menos una hora. Desprenda los lados de la panetela. Quítela del molde y sepárele el papel. Da aproximadamente 10 raciones.”


“Panetela de Mármol” - “Engrase con mantequilla un molde de panetela de 13 x 9 x 2 pulgadas. Encienda el horno a 375°. Bata la mantequilla añadiendo poco a poco una taza de azúcar. Agregue las yemas una a una y bátalo cinco minutos aproximadamente. Divida esta mezcla en dos partes iguales y a una de ellas añádale el chocolate rallado y fundido al baño de María. Añada a cada parte una taza de harina cernida con un cuarto cucharadita de Royal y un cuarto cucharadita de sal. Al añadir la harina envuélvalo suavemente sin batirlo. Bata las claras a punto de nieve añadiéndole poco a poco el resto del azúcar (3/4 taza). Agréguele la vainilla. Divídala en dos partes y añádalas por separado a las mezclas anteriores, de modo que quede una masa amarilla y otra de chocolate. Viértalo en forma alterna en el molde, y después pase una espátula o un cuchillo de un lado al otro del molde varias veces para que queden las mezclas veteadas como el mármol. Hornéelo a 375°F. 40 minutos aproximadamente. Da 12 raciones.”


“Panetela Enrollada o Brazo Gitano” - “Engrase un molde de panetela de 151/2 x 101/2 x 1, fórrelo con papel encerado y engrase el papel. Encienda el horno a 375°F. Cierna la harina con el Royal y la sal. Bata los huevos durante 10 minutos aproximadamente o hasta que estén bien espesos y añada poco a poco el azúcar. Agregue el agua con la vainilla y por último los ingredientes secos cernidos, envolviendo suavemente o usando la menor velocidad en una mezcladora eléctrica. Vierta la mezcla en el molde y hornee la panetela durante 15 minutos. Después de horneada y ,antes de que se enfríe, desprenda los bordes de la panetela del molde con un cuchillo, voltee la panetela sobre un paño húmedo o uno seco polvoreado con azúcar en polvo. Quite con cuidado el papel y recorte los bordes con un cuchillo bien afilado. Enrolle la panetela en el paño y déjela refrescar. Cuando la panetela esté fresca desenróllela y rellénela con crema o mermelada de fruta al gusto. Enróllela nuevamente y adórnela como desee.”