Continuamos con las actualizaciones en Guije. Esta vez trabajamos en las páginas de Cosas de mi tierra, en específico la de Autos Antiguos que ya lleva un buen tiempo necesitando una actualización, al menos cosmética con algunos arreglos funcionales.
Otro de los auto antiguo en Cuba |
En las ciudades y pueblos de Cuba, y también en las carreteras de Cuba, se ven autos que por sus años se pueden considerar autos antiguos. De estar estos autos, carros o coches, guardados en naves u otros lugares donde su carrocería fuera protegida de la intemperie, fueran considerados carros clásicos o carros de colección.
En Cuba estos autos no reciben más cuidado que el dado a un auto normal. Son usados, muchos de ellos todos los días, en la ciudad y otros en viajes por carretera. Porque no sólo son autos antiguos, son taxis que viajan de una ciudad a otra, tal como lo hacían hace cincuenta años y más cuando eran nuevos. Carros, que como las personas, que ya tienen suficiente historia propia para de por sí ser interesante.
Cuando ya las piezas han rendido su labor, se inventa y substituyen con lo que se pueda crear o encontrar. Se injertan partes de carros de otras marcas, y si no funcionan, se modifican hasta que anden. En algunos la bomba de la gasolina dejó de trabajar ya hace años, entonces se le suministra el combustible al motor por gravedad.
En el presente estos autos en Cuba no son un lujo como en otros países, son una necesidad. Los presentamos con un poco de humor, pero la realidad es que de simpático no tienen nada. Dichoso el que allí tiene uno de estos carros, no por su belleza, sino por lo que con ellos puede resolver.
Como en Cuba la gasolina es más cara y difícil de conseguir que el petróleo, los motores de muchos de estos autos se han adaptados, o modificados, para que funcionen con el combustible no refinado. Lo que no nos explicamos es que no hayan preferido por el alcohol. Con tanta caña de azúcar como hay en Cuba, seguir el ejemplo del Brasil hubiese sido lo más indicado. Pero bueno, el lío es que funcionan.
Es sorprendente ver uno de estos carros, y se ven, en las ciudades y los pueblos. Pero es mucho más sorprendente verlo en las carreteras desoladas donde ya el tránsito parece haber desaparecido por completo y de vez en cuando se ve un carretón tirado por un caballo o algún otro tipo de transporte esporádico, cuando de pronto aparece uno de estos carros que salieron a la venta cuando nuestros abuelos eran jóvenes. El tiempo y espacio desaparece y ahí está el clásico automóvil frente a uno. La pregunta no es ¿qué día y mes es? la pregunta se convierte en ¿qué año y dónde estamos? Maravilloso verlo rodar como lo ha hecho por tantos y tantos años. Y si va lleno de pasajeros es como ver el tiempo pasar. Y si va con sólo el chofer, es cosa de admirar. Bellos son estos carros en las exhibiciones, impresionantes en las carreteras que no tienen tráfico.
Muchos de estos autos cuando eran nuevos tuvieron nombres espectaculares, nombres gloriosos que de por sí los hacían una joya; y joyas eran como prueba su aun existencia. Después con el tiempo, según las partes y piezas no se conseguían, y sobre todo si hacían algún ruido ronco, pasaron a ser cacharros. Pero las partes y piezas aparecieron y los cacharrones fueron arreglados y algunos hasta pintados de brillantes colores y ya no son cacharros, son autos antiguos de gran valor para el dichoso que tenga uno porque boteando se hace buen dinero. Tenemos entendido que ya no se usa mucho el término cacharro, y hay otro término empleado a los carro antiguos, o bien antiguos, que es el de “almendrón” no necesariamente siendo su uso similar al de cacharro. Nada cambia, las nuevas generaciones creando y usando palabras diferentes para hacerse interesantes, y ¿si sólo ellos supieran lo que los abuelos de aquellos que estrenaron estos carros decían? |
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