El Coco Blanco, o Ibis Blanca Americana, (Eudocimus albus) es una de las Aves de Cuba. Esta ave se asigna a la familia Threskiornithidae del orden Ciconiiformes. A continuación incluimos algunas observaciones en la literatura ornitológica de Cuba y del Léxico Mayor de Cuba.
El Léxico Mayor de Cuba por Esteban Rodríguez Herrera Volumen I. editado en 1958 por Editorial Lex, La Habana, Cuba le llama Coco y dice así: -N. ep. m. -Ave zancuda muy abundante en la isla de Cuba, propia de las ciénagas y manglares, donde anida, de donde pasa a las lagunas y playas fangosas, así como a las orillas de los ríos. Buscan su alimento como otras especies de largo pico, hurgando en el fango cuando no ven la presa a la vista, o en la abertura de sus cuevas. Se alimentan de pequeños reptiles, crustáceos chicos, gusanos, insectos acuáticos y otros animalitos semejantes. Domesticados son omnívoros, pues una vez capturados se dejan criar fácilmente, volviéndose muy mansos. Entonces son útiles, porque persiguen y destruyen animales tan dañinos y repugnantes como las cucarachas y otras especies igualmente dañinas o perjudiciales al hombre. Su carne es buena para algunos, pero no todos la comen, sin embargo de que se les caza para desollarlos y quitarles el olor a marisco que tienen. De noche se reúnen para volar en bandadas a sus dormitorios, donde suelen encontrarse también otras especies afines como Garzas, Corúas, Marbellas y otras, formando todas un conjunto numeroso que ocupan una extensión blanquecina donde duermen por millares aves y más aves de color blanco y de diferentes especies, contrastando con el color verde del arbolado donde se asientan para dormir. Los Cocos anidan de Abril a Setiembre en los nidos que construyen en las ramificaciones horizontales de algunos árboles con ramitas, yerbas y tallitos secos. Ponen por lo general 3 huevos que varían de color y tamaño, y a veces hasta 5. El Coco que describimos es el llamado Blanco debido a su plumaje blanco, aunque más o menos sucio, con las puntas de las remeras negro-azuladas o verdi-negras; la frente y cara desnudas, de igual modo que la horqueta que tiene debajo del pico, rosadas con un viso de color del coral; pico algo más pálido y pardo hacia la punta. Los pies del color de la cara, pero menos fuerte; iris azul celeste o color perla. Tal es la descripción que de un ejemplar adulto nos ofrece el Dr. Gundlach, el eminente ornitólogo, quien clasifica la especie como Eudocimus albus, (Tantalus) Linn., género Eudocimus Wagl., de la familia Tantalidae. Para el Sr. Pezuela el Coco blanco es la especie Ibis alba, Lin.
De acuerdo a Balboa Franganillo, 1941: "Familia Tresquiornítidas. Uñas medias simples. Tarso escutelado por delante. Pico muy largo, delgado y encorvado, de punta obtusa. COCO BLANCO. Guara alba. Se encuentra en las Antillas mayores. Abunda extraordinariamente en las ciénagas y manglares de Cuba; y no escasea junto a las lagunas, playas fangosas y ríos. Su alimento consiste en crustáceos, lombrices, insectos acuáticos y anoles. La carne de los jóvenes es muy sabrosa, la de los adultos no tanto. El Coco blanco vive en domesticidad, limpiando de cucarachas las casas y patios. El pico es muy largo encorvado hacia el suelo. El cuerpo, en general, blanco, las alas, negro-azuladas. La longitud de la especie es muy grande, así como su envergadura.”
Thomas Barbour en 1923: “Los Cocos Blancos son reportados por Gundlach de existir en increíbles bandadas en muchas partes del país. Ahora están mucho más recudidas, aunque no en peligro inmediato de extinción. Yo he visto bandadas a lo largo de la costa norte de Pinar del Río, en Palo Alto y en todas partes a lo largo de la costa de Camagüey, en la Ciénaga de Zapata, y entre los cayos de la costa norte. Ellas son, sin embargo, mucho más raras en Cuba que en la Florida y muchos días pasarán mientras uno se está moviendo por localidades adecuadas cuando ocasionalmente un solo Coco Blanco es visto. Su carne es considerada muy exquisita, que realmente lo es.”
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