Ya se encuentran mencionadas las páginas que fueron actualizadas y presentadas en el mes de Noviembre en el Calendario Cubano, sin embargo hay algunas páginas en este mes que aunque actualizadas no estamos presentamos por el momento pero deseamos mencionarlas por la importancia de su contenido en la historia de Cuba antes de continuar con las páginas de Guije. Ya de paso presentamos algunas portadas de las publicaciones que han circulado en Cuba:
1 de noviembre de 1873
En “Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 617-618 nos describe los acontecimientos del 1º de noviembre de 1873 en la Historia de Cuba:
“La deposición del general Manuel de Quesada, acordada por la Cámara de Representantes el 17 de diciembre de 1869, fue sin duda el punto de partida de frecuentes discrepancias entre el Presidente de la República y el Poder Legislativo. Desde 1870 comprendió Céspedes que se hallaba amenazado por la Cámara. Mas ésta, en momentos de crisis y peligros para la causa común, en dos ocasiones, no tuvo inconveniente en ampliar las facultades del Poder Ejecutivo, poniendo en sus manos cuantas atribuciones podían ser necesarias para el mejor éxito de la Revolución. Las cosas cambiaron cuando, acentuándose de consuno los progresos de los libertadores y los enconos que dividían al Presidente y a la Cámara, la situación pareció insostenible. El propio Carlos Manuel de Céspedes precipitó los acontecimientos. Publicó el 24 de octubre de 1873 un manifiesto en que, expuestas en toda su amarga realidad las condiciones en que consideraba colocado al Poder Ejecutivo, requería la independencia que estimaba indispensable para su normal y satisfactorio desenvolvimiento. Envió a los diputados el 27 de octubre el documento que había dado el 24, declarando que estaba dirigido al pueblo como única y absoluta potestad que reconocía. Casi al mismo tiempo la Cámara, rodeada de unos dos mil soldados al mando de Calixto García, celebraba sesión extraordinaria en Bijagual de Jiguaní. Salvador Cisneros y Betancourt presidió aquella sesión, a la que asistieron los diputados Tomás Estrada Palma, Jesús Rodríguez, Juan Bautista Spotorno, Luis Victoriano Betancourt, Ramón Pérez Trujillo, Marcos García, Fernando Fornaris y Eduardo Machado. Se abrió debate sobre la conducta del Presidente de la República. Pérez Trujillo tomó la palabra y, luego de acusar a Céspedes de extralimitaciones repetidas y graves, propuso su deposición. Estrada, García, Machado, Fornaris, Spotorno, Rodríguez y Betancourt, en discursos de tonos severísimos, ampliaron las manifestaciones y apoyaron la proposición de Pérez Trujillo. Sometida ésta a votación, quedó aprobada por la voluntad de los diputados presentes, a excepción de Cisneros y Betancourt, que se abstuvo. El hombre que en 1868 había sido el primero en lanzar el grito de rebelión, el iniciador de la gran contienda en marcha, caía en la consideración de notables conciudadanos, víctima de exageraciones e intransigencias”...
11 Noviembre en el Calendario Cubano
11 de noviembre de 1902
Estrada Palma trazó su programa de gobierno en una carta dirigida el 7 de septiembre de 1901 al General Juan Rius Rivera y a otros compatriotas. Ese programa abarcaba tres cuestiones fundamentales: la necesidad de pagar al Ejército Libertador los haberes que el nuevo Estado le adeudaba; la conveniencia de establecer relaciones estables entre Cuba y los Estados Unidos, tanto en lo político como en lo comercial; y el empleo honesto y eficaz de los escasos fondos que la joven nación podría allegar para compensar en cierto modo el gran estrago producido por la guerra. Como Presidente de la República de Cuba (tomó posesión del cargo el 20 de Mayo de 1902) Estrada Palma cumplió esos tres aspectos de su programa.
22 Noviembre en el Calendario Cubano
22 de noviembre de 1868
En “Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 659-660 nos describe los acontecimientos del 22 de noviembre de 1868 en la Historia de Cuba:
“Las conferencias celebradas por Donato del Mármol y Félix Figueredo con el teniente pedáneo Jesús Pérez, para atraerlo al partido de la insurrección con toda la gente que a sus órdenes habían armado comerciantes y agricultores de El Cobre y sus inmediaciones, lograron éxito feliz. La noticia de la defección de Pérez corrió aceleradamente por la comarca y causó enorme pavor en autoridades y pudientes. A la defección de Jesús Pérez, tan favorable pura las armas cubanas, siguieron otras novedades dichosas. Félix Figueredo ensayó el sistema, suave y difícil a un tiempo, de sumarse el concurso de las gentes de El Cobre por medio de la convicción y de la paz. Explicó circunstanciadamente el problema político que se proponían resolver los cubanos sublevados, extinguiendo el régimen colonial y la inhumana institución de la esclavitud, pero respetando el derecho de propiedad después del triunfo. Los que escuchaban a Figueredo volvían a sus casas llenos de simpatía por los alzados y de esperanzas para su bienestar. Figueredo condujo sus gestiones hacia dos puntos en relación con El Cobre: la toma de la plaza por los cubanos sin derramamiento de sangre y la evacuación de la misma por los españoles mediante un pacto de guerra que los dejase a cubierto en su honor militar. El 22 de noviembre de 1868, reunidos en la finca de Zacarías Cosme personajes de El Cobre e insurrectos, se preparó la entrada de éstos en la villa. Figueredo quedó encargado de redactar dos oficios: el de intimación y el de la respuesta que había de dar el jefe español. Y Luis Marcano dictó las comunicaciones necesarias para que los generales Mármol, Santiesteban y Gómez se dirigiesen inmediatamente a El Cobre”...
No comments:
Post a Comment